Lunes de goma... (escrito de golpe)
A menudo me ha rondado la idea de que la la existencia se nos revela tal cual es, únicamente, cuando se amanece con resaca. Especialmente los lunes. Las resacas (las buenas resacas, quiero decir) son como lentes amplificadores de cualesquiera de las emociones que pueblan la humanidad. El dolor luce mayor un lunes de resaca y ni qué decir de las tristes embestidas de los resultados de fútbol o la lotería o los editoriales o la monótona voz de gallinácea que sale del rostro de Amelia Rueda o, peor aún, la pretensiosa suscesión de tonalidades con que se inaugura Panorama. He llegado a pensar que sería muy oportuno realizar un programa radial que se ocupe de recordarnos cuán molestos son los lunes y cuán asquerosa resulta la vida cuando tenés que levantarte y decidir para que cada una de tus decisiones diarias te procure un mísero salario. Un programa de radial encargado de revelarnos la existencia tal cual es: como una prolongada "goma" cuya duración promedio (en CRC) es de 77 años en los varones y 78 en las mujres. He imaginado que en estos reiterados lunes ni siquiera la visita de una cerveza puede repararte el mundo. (y eso que estoy seguro de que, si Dios existiera, bastaría invitarlo a una birra para que te perdone ser ateo). Los lunes de resaca son amplificadores del ayer también. Los días vistos hacia atrás son más grandes y los años aún más y el horror de alcanzar tus treinta llega al paroxismo. Tu fin de semana se anula en el olvido y escuchás que alguien amaneció con alguien en algún motel y otro alguien conoció a alguien en un bar y otro alguien se murió y muchos alguienes comieron huevos fritos y una número significativo de alguienes en todo el mundo se siento satisfecho de que era prorrogable el sueño del domingo. Pero el lunes aparece con su rostro hostil y te saca a regañadientes de la cama (por cierto que bueno sería encamarse de por vida) y te empuja bajo la ducha (cuidadosamente abierta a la temperatura que, según vos, apreciás) y te pone jabón bajo las axilas y te friega los genitales y te aplica shampoo y luego te hace titiritar y te agrava la migraña y los temblores casi febriles y la semana principia socarronamente y vos creés que, si existiera Dios, sería un lunes con barba que nunca ha tenido que madrugar. ¿Cómo es posible que existan personas como Juan José Vargas? ¿Cómo es posible que Canal 7 tenga el atrevimiento de ponerte justo a las 7:30 a.m. de cualquier lunes un pomposo encabezado que diga Buen Día? ¿Cuál Buen Día? ¿Cuál Sixto Porras? No es posible que un lunes albergue un ápice de bondad o de alegría. Menos aún cuando cargás una resaca en tus hombros. Según wikipedia los lunes son los días en los que nacen más bebés. Esa es una prueba de que, en efecto, es el día más asqueroso y repulsivo de la semana y que la transición del calendario juliano al gregoriano es una mala broma hecha sentencia. Debimos hacer caso a los dementes jacobinos de la Revolución Francesa y a su radicalismo obcecado que, si bien muchas vecess rayaba en la insenstez absoluta, nadie puede negar que por lo menos tuvo el decoro de eliminar la semana y convertirla en otra cosa. También me habría gustado segar cuellos con la guillotina de Robespierre y hacerles perder la cabeza a esa manga de franceses pendejos que prefirieron seguir poniéndole lunes a ese día que aparece después de los domingos rojos o después de las mentruaciones del calendario. Los lunes no deberían producirse ni erecciones ni pizzas con achoas!