La Terrible Aparición de la "Supermueca"

Al principio sólo eran sonidos, rasguños en la almohada que mantenía abrazado mientras trataba de descansar después de tantas horas de trabajo (si huevón). Le asustó, cierto, pero mantuvo la calma y pensó que era su propio agotamiento el que la hacía tener alucinaciones auditivas. Los rasguños en la cama no son tan inhabituales. Muchos los hemos oído. Son visitantes que quieren comunicarnos que "están ahí también, que no estamos solos".
El joven vivió con esa extraña experiencia unos días y terminó por acostumbrarse, pero una noche ocurrió algo terrible. Estaba tumbado en la cama, descansando, y de pronto estaba ahí: el abominable hombrecillo de la supermueca. Tratamos de recrear la situación mediante imágenes. Por favor si tiene problemas cardíacos o nerviosos no se atreva a ver la siguiente sucesión de imágenes y sonidos.