Managua salsa city devórame otra vez
Ahora que no estás no logro entender eso de managua salsa city devórame otra vez,
no logro entender ese gran ojo que no parpadea y que inexplicabelemente recibe un
nombre en otra lengua, ajena y abstrusa, no logro entender a ese Óscar de León que
canta Llorarás acompañado de Luis Enrrique ni logro entender los casi 40 grados
centígrados que me abofetean el alma, no logro entender a esa niña de 14 años que me
habla de Baudelaire mientras enciende un cigarrillo y mientras me cuenta donde venden
cocaína, no logro entender al estafador que me cobra 20 dólares por un recorrdio en taxi ni
logro entender el ron, los icaques en miel que son muy parecidos a un jocote, las señoras que
pregonan su quesillo como evocando la más severa resaca, no logro entender a Sandino ni a
Tica Bus, no logro entender, en fin, eso de Managua salsa city devórame otra vez porque
estoy frente a un computador muy pálido y hace calor y hacés falta y, no sé, hay algo aquí
que me hace pensar que donde quiera que voy también estás como negándote,
como haciendo una ausencia con las manos, como una salsa sórdida en la madrugada
no logro entender ese gran ojo que no parpadea y que inexplicabelemente recibe un
nombre en otra lengua, ajena y abstrusa, no logro entender a ese Óscar de León que
canta Llorarás acompañado de Luis Enrrique ni logro entender los casi 40 grados
centígrados que me abofetean el alma, no logro entender a esa niña de 14 años que me
habla de Baudelaire mientras enciende un cigarrillo y mientras me cuenta donde venden
cocaína, no logro entender al estafador que me cobra 20 dólares por un recorrdio en taxi ni
logro entender el ron, los icaques en miel que son muy parecidos a un jocote, las señoras que
pregonan su quesillo como evocando la más severa resaca, no logro entender a Sandino ni a
Tica Bus, no logro entender, en fin, eso de Managua salsa city devórame otra vez porque
estoy frente a un computador muy pálido y hace calor y hacés falta y, no sé, hay algo aquí
que me hace pensar que donde quiera que voy también estás como negándote,
como haciendo una ausencia con las manos, como una salsa sórdida en la madrugada
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