La verdadera historia de como Pépalo halló una bella mujer en Madrid*
Los pormenores relacionados con su viaje no serán abordados en este momento. Una vez en Madrid, Pépalo buscó la escuela cinematográfica Sétimo Ars y no dio con ella nunca. Después de girar todos sus ahorros a una cuenta ficticia, después de quedar sin un centavo, después de sentir un frío de madre, solo después de todo eso, Pépalo se sintió verdaderamente estafado. No encontró piso ni amigos. No encontró donde proveerse marihuana. Corría diciembre y la temperatura descendía tanto como su optimismo. Cuando pasaba por ciertas esquinas le gritaban sudaca y nadie quería emplearlo debido a su halitosis. Una vez agotadas todas las posibilidades, Pépalo resolvió visitar un albergue ubicado en Vallecas. Llegó hasta allí después de escuchar, por causalidad, a un par marroquíes recomendándolo a un inmigrante subsahariano hispano parlante. El albergue era administrado por la Comisión Española de los Caballeros de la Luz y los Santos de los Últimos Días (o sea, eran panderetas) y se encargaban de brindar asistencia a inmigrantes desamparados. Pépalo encontró comida, un café horrible hecho a base de maíz y un catre donde podía descansar tanto como lo permitieran los ronquidos de un senegalés con quien lo compartía. Por la mañana vagabundeaba y por la tarde empezaba a configurar su nueva empresa. El desafortunado proyecto consistía en lo siguiente: trabó amistad con un búlgaro bisexual que se desempeñaba como mimo en las inmediaciones de la Plaza de Cibeles y con él montó un número fotográfico-circense. Después de dos semanas de modesto éxito, el búlgaro fue apresado por las autoridades ya que era buscado por la INTERPOL. Según se supo luego, el búlgaro bisexual había asesinado a su ex pareja después de hallarlo con un caballo en la cama. Pépalo quedó nuevamente abandonado a su suerte. Ahora el albergue era frecuentado por una voluntaria gallega muy hermosa y Pépalo no esperaba con su hambre. Inició conversaciones con la muchacha y al cabo de dos semanas ya frecuentaba cafés con ella. Naturalmente no pagaba la cuenta. Una tarde de domingo, cuando todos asistían al Templo, Pépalo tomó entre sus brazos a la gallega y abusó deshonestamente de ella. Mediante un hábil y tendencioso juego de manipulación y agresión psicológica (amenazas) consiguió su protección so pena de mayores vejaciones. La muchacha lo acogió en su hogar a pesar de las inclaudicantes protestas del padre. Actualmente Pépalo no trabaja y se levanta todos los días cuando el mediodía se posa como un pájaro de esmog sobre el Paseo del Prado. La muchacha todas las noches llora en el baño y nadie sabe por qué. Toda esta información fue obtenida de una conversación confidencial que sostuvo la gallega con autoridades costarricenses. Se dice que el Poder Judicial posee un expediente en el que se detalla jurisprudencia prolija respecto a las agresiones de Pépalo. Tiene otra causa en curso debido a su obcecado gusto por las orejas ajenas.
*Pequeño homenaje a ese gran amigo que fue la puritica madre...
*Pequeño homenaje a ese gran amigo que fue la puritica madre...
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